El verano en la cordillera de Río Negro ofrece destinos perfectos para escapar de las aglomeraciones y conectar con la naturaleza.
Desde las majestuosas vistas de San Carlos de Bariloche hasta la tranquilidad de Dina Huapi y Villa Llanquín, para sumergirse en paisajes inolvidables, actividades al aire libre y experiencias gastronómicas únicas.
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Verano en la Cordillera de Río Negro: 5 imperdibles
1. San Carlos de Bariloche
San Carlos de Bariloche, conocido por sus vistas panorámicas de ensueño, se erige como uno de los destinos predilectos del turismo nacional en Argentina. Este encantador lugar no solo garantiza hotelería y gastronomía de primer nivel, sino que también ofrece una amplia gama de actividades en contacto con la naturaleza.
Para las personas amantes del trekking, Bariloche es un verdadero paraíso. Desde caminatas suaves al Cerro Otto hasta desafiantes senderos que llevan a lugares como el Refugio Frey o el Monte Tronador, la ciudad cuenta con una red de refugios de montaña que son delicias para senderistas. La posibilidad de sumergirse en la temporada de verano, disfrutando de extensas caminatas y pernoctando entre las altas cumbres, compartiendo historias y experiencias con amantes del trekking.
Las excursiones lacustres son otro punto destacado de Bariloche. Desde Puerto Pañuelo, las embarcaciones parten diariamente para explorar el lago Nahuel Huapi. Se puede descubrir la mágica Isla Victoria y el legendario Bosque de Arrayanes, o sumergirse en la majestuosidad de la Cascada de los Cántaros y Puerto Blest.
El Circuito Chico es una actividad imperdible que lleva a lo largo de la margen sur del lago Nahuel Huapi, ofreciendo vistas excepcionales y la oportunidad de explorar puntos destacados como el Hotel Llao Llao, la bahía Llao Llao, y la pintoresca Bahía López.
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La gastronomía barilochense en verano es otra experiencia destacada, con deliciosos chocolates, cervezas artesanales, cordero patagónico y trucha, productos típicos de la región.
2. El Bolsón
El Bolsón, ciudad cabecera de la Comarca Andina del Paralelo 42, es un destino perfecto para las personas amantes de la naturaleza y los vinos. A pocos kilómetros de la ciudad, permite descubrir lugares espectaculares como el Parque Nacional Lago Puelo, el Laberinto Patagonia en El Hoyo, el Parque Nacional Los Alerces y Piedra Parada.
El Área Natural Protegida río Azul y lago Escondido (ANPRALE) ofrece circuitos de trekking de diversas dificultades y refugios de montaña para una experiencia única bajo el cielo estrellado de la Patagonia. Hay que registrarse previamente en https://anprale.com/pre-formulario para acceder a esta joya natural.
La producción de vinos también es parte de la oferta de El Bolsón. La bodega Bernardi, en la subida al cerro Piltriquitrón, combina alojamiento, Turismo Rural y degustaciones que sumergen en sabores regionales y experiencias sensoriales.
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El Turismo de Bienestar, con disciplinas como yoga y masajes, también tiene su espacio en El Bolsón.
Joyas escondidas: Dina Huapi, Villa Llanquín y El Manso
En los alrededores de Bariloche, tres localidades emergentes ofrecen una alternativa tranquila y auténtica para explorar la Cordillera.
3. Dina Huapi
Dina Huapi, donde se unen la Cordillera y la Estepa, es ideal para deportes acuáticos como windsurf y kitesurf.
Además, la excursión al cerro Leones ofrece vistas espectaculares y una conexión única con la historia ancestral de la región.
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4. Villa Llanquín
Villa Llanquín, rodeada por el río Limay, cautiva con los campos “Lavandas del Limay”, un emprendimiento que decora el pueblo con más de 4,000 especies de lavandas y ofrece recorridos pintorescos.
5. El Manso
El Manso, un paraje rural en el Valle del Manso, es un paraíso escondido entre Bariloche y El Bolsón.
Con el silencio como telón de fondo, este lugar es perfecto para actividades al aire libre, destacando el emocionante rafting en los ríos de la región.